lunes, 24 de enero de 2011

Flatulencia y eructos

El eructo es la liberación por vía oral, generalmente ruidosos, del aire contenido en el esófago y en el estómago. Por lo general, esto ocurre después de las comidas cuando el estómago está lleno y la transición desde el esófago hasta el estómago está más relajada.

La flatulencia es la liberación, voluntaria o no, del aire contenido en la porción final del intestino.

El aire liberado en la eructación es proveniente de la deglución, siendo normal su liberación, cuando la presión en el estomago es demasiada. Varias son las causas para generar gases:  mascar chicles, hablar con la boca llena, tener la nariz congestionada, dormir con la boca abierta, comer deprisa, fumar, acidez estomacal, usar pajilla para beber líquidos, dificultad para respirar, ansiedad excesiva, y muchos otras condiciones. La aerofagia, que es la deglución excesiva de aire, no sólo provoca  eructos excesivos, pero tambiem distensión abdominal, malestar, además de flatulencia.

Se estima que una persona normal libere de medio a un litro y medio de gas por día. Este aire viene de lo que es ingerido y no eructado y, en pequeña proporción, de la fermentación por las bacterias de la flora intestinal del colon.

Algunos alimentos causan más gases que otros: las proteínas y las grasas producen pocos gases, pero en cambio, los hidratos de carbono y los azúcares producen muchos gases. La mayoría de los cereales, que contienen grandes cantidades de hidratos de carbono producen gases cuando son digeridos. La lactosa, azúcar presente en la leche, es un azúcar que requiere de una enzima, llamada lactasa para su digestión. Algunos niños tienen poca lactasa en su aparato digestivo y la lactosa sin digerir puede fermentar en el intestino grueso produciendo gases. Otros azúcares como la fructosa o el sorbitol (presiente casi siempre en los productos diet)  también pueden producir gases. La fibras, que forman parte de muchos alimentos, pasan intactas a través del intestino delgado. Las fibras insolubles (cereales integrales principalmente) tampoco son atacadas en el intestino grueso y facilitan el tránsito y la consistencia de las heces. Las fibras solubles (manzana, plátano, cítricos, zanahorias, higos, pera, ciruela, berenjena), por el contrario, son digeridas en el intestino grueso, produciendo gases.

Evite consumir alimentos que causan el exceso de gases como los frijoles, el brócoli, avena, trigo, maíz, patatas, lentejas, guisantes, garbanzos, habas, soja, col, coliflor, cebollas, espárragos, nabo, dulces en general, pimientos, pepinos, apio, berenjena, carnes muy condimentadas y ahumadas, huevo cocido, quesos como el  gorgonzola y el parmesano, azúcar refinado o moreno, bebidas gaseosas (refrescos, cervezas, espumantes), leche y productos lácteos.

Algunas personas tragan voluntariamente aire para facilitar la expulsión del aire presente en el estómago con un eructo. Sin embargo, esta es una mala costumbre que puede crear hábito, impidiendo que el estómago cumpla esta función por sí solo.

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