sábado, 18 de junio de 2011

Agua

Siempre hablamos de muchos nutrientes, pero hasta ahora comentamos muy poca cosa sobre la importancia del agua en nuestro cuerpo. El agua es uno de los elementos más abundantes en la Tierra y en nuestro cuerpo (alrededor del 60% de él es agua y este porcentaje se acentúa mucho más en el cerebro), asumiendo diferentes papeles en nuestro organismo.

En las mujeres, el porcentaje de agua es menor que los hombres, ya que, inevitablemente, tienden a tener más grasa corporal. Por lo tanto, la composición corporal (cantidad de grasa y músculos) está directamente relacionada con la cantidad de agua. En los músculos, representa el 75% del peso y en la grasa, este valor es del 50%.
¿Para qué tanta agua?

El agua es el vehículo de transporte de los nutrientes a las células, participa en el control de la temperatura corporal (sudamos cuando se está muy caliente, por ejemplo), ayuda la eliminación de toxinas a través de la orina y sudor, facilita la absorción de vitaminas solubles en agua, la vitamina C y las del complejo B, es el principal componente de los sistemas digestivo, circulatorio y linfático, reduce la fricción de las articulaciones, además de muchas otras funciones.

La deficiencia de ingesta de agua puede causar muchos problemas como la deshidratación, que en casos graves puede causar la muerte, desvitalización del cuero cabelludo, pelo y piel, problemas de concentración, memoria y del sueño, indisposición, problemas nutricionales, etc.

Por otro lado es muy difícil que nuestro organismo se “intoxique” por exceso de agua ya que el agua es fácilmente expulsada en la orina y el sudor. Algunas personas pueden tener problemas de retención de líquidos. En este caso, es recomendable hacer ejercicio con regularidad y evitar comer demasiados dulces y refrescos.

¡¡¡HIDRATATE!!!

La cantidad de agua en el cuerpo debe mantenerse constante. Esto significa que lo que se pierde a través el sudor, la respiración (sí, el pulmón elimina el agua), la orina y las heces deben ser reemplazados.

El agua se forma a través del metabolismo. Además de este medio de suministro de agua, ingerir líquidos y alimentos son las principales fuentes de agua para el cuerpo.

Los niños a menudo tienen más sed y por lo tanto requieren más agua para estar más activos. Así como las personas mayores que también deben recibir una atención especial, sobre todo en el verano.

!!!Bebe agua, mucha agua!!!

La recomendación de ingesta diaria de agua es por lo general de 1,5 litros u 8 vasos. Sin embargo, esto no es una cantidad fija. La temperatura y el ejercicio son factores que hacen que esta orientación pueda variar. Días cálidos y aumento de la actividad física son una invitación a la deshidratación. Con el mercurio por encima de 30 grados, la sudoración aumenta mucho. Por lo tanto, tomar agua durante todo el día es fundamental.

Alimentos que te hacen la boca agua

Los alimentos, además de ser fuentes de nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales) tienen presentes en su composición el agua, y cuanto mayor la cantidad de agua que un alimento contiene, menor será su valor calórico, por ejemplo, frutas y verduras son los alimentos que más agua tienen. La fresa, la naranja, la papaya, la sandía, el limón o el melón son algunas de las frutas que contienen una cantidad de líquido superior al 90%.

En las verduras como la acelga, la lechuga o la achicoria el contenido de agua también supera a los 90%. Los campeones son el calabacín, la berenjena, los champiñones, el pepino y el tomate. En el verano, las comidas deben ser a base de verduras y frutas, evitando así la deshidratación.

Para el bebé

Los bebés alimentados con leche materna desde su nacimiento no necesitan agua, infusiones o zumo para calmar su sed. La leche materna contiene 88% de agua.

El agua contenida en la leche materna satisface las necesidades del bebé y proporciona un considerable margen de seguridad. Aunque un recién nacido ingiera poca agua en el calostro, no es necesario darle agua, ya que nace con una cantidad extra de agua.

Por lo general, la leche con más agua comienza a surgir en el tercer o cuarto día.

Para bebés alimentados con fórmulas rica en solutos, leche de vaca o que ya han pasado de los seis meses y que se alimentan de otros alimentos, el abastecimiento de agua es muy necesario para hidratarles.

Dar agua a los bebés menores de seis meses puede traer riesgos significativos

a la salud ya que puede aumentar el riesgo de desnutrición. Sustituir la leche materna por líquidos con poco o ninguno valor nutritivo puede tener un impacto negativo sobre el estado nutricional del niño, su supervivencia, crecimiento y desarrollo.

El consumo de pequeñas cantidades de agua u otros líquidos, puede llenar el estómago del bebé y reducir su apetito. Los estudios demuestran que añadir agua en la dieta del bebé antes de los seis meses puede reducir la ingesta de leche materna en un 11%.

Para niños mayores

La cantidad de agua perdida cada 24 horas debe ser reemplazada para mantener la salud y la eficiencia del cuerpo. Lo que se recomienda es que los niños beban de 50 a 60 ml de líquido por cada 1 kg de peso. Zumos, refrescos, infusiones y alimentos contienen agua, pero hay que dar preferencia al agua pura.

Recuerde que la sed es una señal de deshidratación. La sed es un aviso de nuestro cuerpo que necesitamos beber agua o líquidos para hidratarnos, por lo que se recomienda beber agua de forma preventiva antes de llegar a tener sed.





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