domingo, 2 de octubre de 2011

El vino y la salud

El vino tinto sólo tiene la capacidad de beneficiar la salud cuando es consumido en la dosis correcta. Cualquier cantidad en exceso es dañina por ser una bebida alcohólica. El exceso de alcohol afecta el cuerpo, roba los nutrientes que serian absorbidos, y promueve la adición cuyo daño puede ser desastroso, tanto psicológico como socialmente.

El vino puede ser considerado un alimento funcional. Alimento funcional es aquel que tiene sustancias que pueden prevenir enfermedades. Clásicamente, el vino se define como una bebida proveniente de la fermentación alcohólica del mosto de uva (jugo), y por lo general contiene de 10 a 15% de alcohol, pudendo alcanzar hasta un 20% en el caso de los llamados vinos dulces (Porto, Jerez y otros).

Sus propiedades medicinales son ahora aprobadas incluso por los cardiólogos, que recomiendan beber vino con frecuencia, especialmente por las personas mayores de 30 años de edad cuando se incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular. El vino puede generar el aumento de la lipoproteínas de alta densidad (HDL) en la sangre, lo que en lenguaje popular significa "colesterol bueno", además de promover la disminución de la agregación de las plaquetas en las paredes internas de los vasos sanguíneos. Estos dos efectos juntos siempre serán beneficiosos para la protección del sistema cardiovascular.

Las instituciones de hoy son muy estrictas en sus criterios científicos. Los órganos como la FDA (Food and Drug Administration), AHA (American Hart Association), SBH (Sociedad Brasileña de Hipertensión) y la NSA (National Stroke Association),  reconocen que las personas que no tienen contraindicación en consumir alcohol, y beben vino con moderación en las comidas con regularidad, tienen beneficios para la salud.

Resveratrol
El Resveratrol es uno de los 200 polifenoles ya identificados y estudiados en el vino. Tiene una acción anti radicales libres 10.000 veces mayor que el tocoferol (vitamina E). Por este efecto antioxidante sorprendente, es fácil de entender el efecto protector que el vino tiene en todos los procesos naturales del envejecimiento.
La uva negra, especialmente su piel, tiene una gran concentración de estas sustancias y que son de hecho, un mecanismo de defensa contra las plagas, insectos y hongos, al igual que en la composición del vino que tienen el beneficio de protección.

El descubrimiento del resveratrol no es nuevo. En 1946, fue aislado de una planta asiática llamada Polygonum cuspidatum. En 1980, se observó que la molécula también estaba presente en el vino.

El cromo y silicio

El vino contiene cromo y silicio, que también poseen un efecto beneficioso en la limpieza de las paredes de las arterias. Como estas dos sustancias permanecen en la sangre tan sólo por 24 horas, es necesario consumir vino todos los días con moderación. Para las personas mayores, por ejemplo, además de la mejora en la calidad de vida, el vino también proporciona una mejor digestión y calidad del sueño, además de aumentar el estado de ánimo.

Podemos citar como efectos beneficiosos del cromo, el metabolismo de la glucosa, de los lípidos y la insulina y asignar el alto contenido de Cr en el vino, al menor riesgo de cardiopatía isquémica (enfermedad isquémica del corazón) en los consumidores moderados de alcohol.

El silicio es importante para el tejido conectivo que se encuentra en varias partes del cuerpo. El está implicado en la formación de colágeno y la calcificación de los huesos y las paredes de los vasos sanguíneos. Este elemento protege las uñas, cabello, piel y tejidos internos. Por lo tanto, se asocia con el tema de la edad.

 ¿Vino tinto o jugo de uva?

Las uvas oscuras son buenas para la salud de la misma manera que el vino, con el mismo poder antioxidante debido a la presencia de sustancias que protegen el corazón. Estas sustancias que se encuentran en la uva y en el jugo de uva han demostrado también que, como el vino, previene la oxidación del llamado mal colesterol, que conduce a la formación de placa aterosclerótica en las arterias.

Otras pautas importantes:

- Es mejor beber vino con las comidas pues así disminuye la absorción del alcohol por el cuerpo y también evita la hipoglucemia, sobretodo.

- El vino blanco, también tiene propiedades terapéuticas. Sin embargo, estudios e informes científicos apuntan las funciones reguladoras principalmente en los vinos tintos.

- En promedio, la recomendación es de una a dos tazas al día. Ten en cuenta el tamaño de la taza. Se sugiere el volumen de 240 a 480 ml / día  de vino con una tasa de alcohol de 11%.


*Adaptado de "American Dietetic Association", 2004

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